BEN BROOKS: NOVELAS ENTRE EL ALCOHOL Y EL SOFÁ

“Creo que todo el mundo quiere que le abracen, pero están asustados así que nadie lo hace. Así que todo el mundo tiene que ir por ahí sin ser abrazado” (Crezco, 2011)

Una tira de celo une sus gafas de ver, lleva los brazos llenos de tatuajes y no se separa de su cerveza. A simple vista parece un joven cualquiera con acné y algo resacoso pero Ben Brooks (Gloucestershire, 1982) se ha convertido en uno de los escritores con más éxito del momento.

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Ben Brooks posa con el look que le caracteriza

Brooks empezó a escribir su novela de mayor éxito, Crezco (Blackie Books, 2011) a los 17 años con el único propósito de retrasar el momento de tener que buscar un trabajo con el que ganarse la vida. Para su sorpresa, su primera novela publicada en castellano se convirtió en un libro elogiado por personas de la talla de Nick Cave y por críticos como Dennis Cooper.

Crezco, es una novela inspirada en las vivencias de Ben Brooks en el momento de escribirla. Sentado en su escritorio, en una habitación de adolescente llena de posters de Harry Potter y libros de Bukowski. La historia de Jasper es la historia de un joven con miedo a crecer, que sale mucho y se mete muchas drogas. Tras el éxito inesperado de esta novela, Brooks vivió durante varios meses en Barcelona donde se gastó el dinero que había ganado –en alcohol, drogas y prostitutas- y disfrutó de la fama que le reportó el libro. Sin embargo, no dejó de escribir y aquello que al principio parecía un efímero éxito para jóvenes se descubrió como lo contrario.

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Ben Brooks durante la promción de Crezco en 2011

En 2014 publicó Lolito (Blackie Books), la historia de Etgar, un joven que descubre el engaño de su novia en Facebook y que conoce a mujer madura e indefensa en un chat en Internet. Con esta novela Brooks se ha convertido en el cronista de su generación y el personaje de Etgar ha sido descrito por los críticos como un Holden Caufield actualizado y con conexión a Internet.

Este 2016 ha publicado su última novela Hurra de la mano de la editorial de sus anteriores dos novelas. La inconfundible editorial catalana Blackie Books, dirigida por Jan Martí. Esta última novela es, sin duda, la más macabra y sarcástica de todas, posiblemente por su argumento. Daniel y Adam son dos hermanos que afrontan el duelo por la pérdida de su hermana mayor, Ellen, que se suicidó tirándose desde lo alto del parking de un centro comercial con la ropa interior sin conjuntar. Los dos hermanos, junto con una amiga de su hermana, viajarán a París, Roma y Barcelona huyendo de una ciudad gris, un padre que vive en una tienda de campaña en el jardín y una madre que bebe y llora tanto como ellos.

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Las tres novelas de Ben Brooks, editadas por Blackie Books

Los personajes de Ben Brooks caminan la fina línea entre lo infantil y lo macabro. Entre un vaso de Nesquik de fresa con te (bebida favorita de Etgar, protagonista de Lolito) y tres botellas de wishkey. Capaces de querer matarse por no reconocer a alguien por la calle y de reírse en pleno entierro de un familiar cercano. Son personas con ansiedades y miedos que todos tenemos pero que, al mismo tiempo, te hacen sentir más fuerte. Son ese tipo de gente a la que te gustaría abrazar, decir que todo va a ir bien y tumbarte con ellos a ver capítulos de Seinfield. El autor dice que algunos de sus personajes son tan vagos como él pero que, pese a que en su familia todos beban y tengan tatuajes, no son tan desgraciados como las de sus novelas.

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Brooks durante una de sus visitas a Barcelona este año

El novelista es uno de los miembros más reconocibles de la generación literaria Alt-lit junto a Tao Lin (Virginia, 1983) y forman parte de un nuevo fenómeno generacional los “millenials”, es decir, los nativos de internet. A pesar del éxito de su obra, Brooks niega que exista una voz generacional y menos que sea él.

Sus autores favoritos son John Fante, Dan Fante, Bukowski, Murakami y es un apasionado de Harry Potter. También le gustan las novelas fantásticas pero confiesa que pese a haber intentado escribir alguna, el resultado termina siendo un desastre.

A veces su humor es muy negro e incomprensible pero lo cierto es que Ben Brooks ha entendido perfectamente el mundo en el que vivimos. Actualmente Ben Brooks es más feliz que nunca, no bebe tanto y prefiera quedarse en casa comiendo y viendo películas con su novia que salir de fiesta.

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Ben Brooks junto a una fan el día de Sant Jordi de este año en Barcelona

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